El nuevo sueño estadounidense en la Fórmula 1 avanza a toda marcha. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) acaba de homologar a GM Performance Power Units LLC —una alianza estratégica entre TWG Motorsports y General Motors— como proveedor oficial de unidades de potencia para el campeonato del mundo a partir de 2029. Un movimiento audaz que consolida el regreso de Detroit a la máxima categoría del automovilismo.

El equipo Cadillac F1, que debutará en 2026, competirá inicialmente con unidades de potencia de Ferrari como solución transitoria. Sin embargo, el objetivo claro es desplegar su propio desarrollo tecnológico bajo la dirección de Russ O’Blenes, CEO de la división y exingeniero de competición con décadas de experiencia.

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"Este aval de la FIA nos impulsa a acelerar la creación de un motor 100% estadounidense", declaró O’Blenes, en un respaldo al "Made in USA".

Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, no ocultó su entusiasmo: "La llegada de GM refuerza la expansión global de la F1 y demuestra el atractivo de nuestro deporte para gigantes de la industria. Su enfoque en innovación y combustibles sostenibles encaja perfectamente con nuestro rumbo".


Las primeras pruebas del prototipo ya están en curso, y para 2026 se inaugurará una planta especializada cerca del Charlotte Technical Center de GM, epicentro de la ingeniería que buscará desafiar a sus rivales en la máxima categoría.